AMOR INCONDICIONAL, con estas dos palabras se puede describir lo que es para mí ser mamá. Siempre tuve el deseo de ser madre. Gracias a Dios, me regaló esa bendición. No fue fácil. Cuando ya estábamos listos para comenzar el proceso de evaluaciones para verificar porque no quedaba embarazada, recibí la noticia de que iba a ser mamá. No hay palabras para describir ese momento. Cuán agradecida estaba del Señor.  

 

Luego, tuve el deseo de que fuera varón y así fue, Dios me regaló un varón. Aún recuerdo ese día, su hermosa carita, las noches largas…, pero yo estaba feliz. Ese era mi mayor tesoro, mi príncipe de paz.  A los dos años nació nuestro segundo hijo, hermoso, peludito y dormilón, el de espíritu libre. Ellos tan diferentes, pero tan maravillosos.

 

Ellos me han enseñado a dar y recibir ese amor incondicional. Cuando eres madre, los “pero” no existen, el cansancio lo superas, te sientes con súper poderes, nada de lo que hacemos es un sacrificio, es puro amor, haces tantas cosas por ellos que de otra forma tal vez no las harías. Un ejemplo de ello es éBoutiké, pues la idea surgió cuando decidí trabajar por mi cuenta para poder cuidar de ellos en sus primeros años y aportar para su educación.

 

Por eso dicen que no hay amor como el de una madre. En la vida tienes situaciones difíciles, a veces sufres injusticias, malos momentos y en ocasiones los dejas pasar, pero que no sea con tus hijos, con ellos no, hacemos lo que sea por defenderlos y protegerlos. Eso solo lo sabemos las mamás.

 

Cada etapa en la vida de los hijos llega con nuevos retos y nuevas experiencias, pero cada una de ellas es hermosa. Han pasado 21 años desde el primer día que fui mamá, mis hijos ya son universitarios y vivo tan agradecida del Señor por darme el mejor regalo, ellos Andrés David y Fabián Alejandro, los que me dicen MAMI.

 

Por eso hoy puedo decir que ser madre es AMOR INCONDICIONAL.

 

Everlitz Rosado

Founder

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